"A mi querido amigo 'coyote'"
Cómo te detesto cuando estás ebrio. Detesto tu risa alargada y grave. Y detesto tus ojos desorbitados siguiendo a la vez a tus dos manos. Cómo te detesto. La vergüenza que me has hecho pasar. Porque te vi intentando romper esa mesa, o quizá la rompiste, no recuerdo. Te vi también brincando de un mueble a otro, como un felino tras su presa, y caer sobre los invitados. Cuando le escupiste al tipo apodado ‘el panda’, la cara que debiste haber puesto, me la imagino, esa sonrisa con la boca exageradamente abierta y salivando con la lengua de colmillo a colmillo.
Pero peor tú que yo. Intentando la sobriedad cuando te quieres derrumbar dándole de patadas a todos. Peor tú, resistiéndote con la elocuencia hasta el umbral de la ira. Ridículo has de verte, tan elegante y de pronto caer en la barbarie; como quien pasara del llanto a la risa. Siempre has de caer conmigo, abrazándonos algunas veces y otras enemistados; como hoy, que te levantas tan sincero e inocente, tan impune, después de haber roto a patadas la mesa ésa, y exhortando al alboroto a quien tuviera la mala suerte de caer en tu juego.
Así pues, ahora que compartimos el pecado, compartiremos también el perdón; hasta el día en que me alejes de tu lado tanto como puedas alejarte tú de mí.
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ResponderEliminarQue por cierto, aún no entioendo de que se trata exactamente.
Solo espero que no pongas en el tu primera experiencia homosexual.